El viento, el agua de los ríos, los rayos solares, la marea de los mares generan energía que se transfiere y convierten en electricidad. Las represas y los generadores atómicos son en la actualidad la fuente de generación de energía más utilizada. Con el aporte de la fuerza de los vientos y por medio de grandes torres con largas aspas se puede generar energía eólica no contaminante y renovable. La energía de los rayos solares también son parte de los nuevos generadores que transfieren la potencia de sus rayos que son captados por grandes paneles solares generando energía de baja potencia.
La transferencia de las energías generadas por cualquier método son derivadas a transformadores que aumentan o disminuyen el caudal según el uso necesario de esa potencia. Los generadores producen la energía, los transformadores la modifican y los cables de alta y baja tensión la distribuyen a las industrias, los comercios, los hogares o al alumbrado público de las rutas y ciudades.
Los altos consumo de eléctrica han complicado la transferencia de energía donde hay que renovar los cables –preparados para determinado uso de potencia- para que estos estén en condiciones de poden soportar mayor caudal energético. Los cables están diseñados para soportar determinada tensión al aumentar el consumo los cables se recalientan y pueden llegar a fundirse quemando transformadores, fusibles o contactos. La transferencia de energía es tan importante como la generación la misma y todas las líneas utilizadas para el traslado de electricidad desde la planta generadora a su destino final tienen que estar en perfecto estado de mantenimiento para evitar graves inconvenientes.