El acero aplicado a la construcción tiene cientos de variantes donde este material metálico compuesto con distintas durezas y conformaciones se utiliza de forma fundamental. Hay aceros en cables, en caños, en vigas solidas con forma de “L”, de “C”, de “T” y doble “T”, en planchas lisas, en planchas acanaladas o moldeadas, en tornillos y tuercas, en remaches, en grampas y en muchas otras formas más. En los puentes colgantes se utilizan manojos de varios cables de acero que sostienen la estructura permitiendo la oscilación que este tipo de construcción suele tener.
Las vigas de acero en sus distintas formas reemplazan a las vigas de concreto de forma eficaz con la diferencia que este tipo de construcción es más rápida por no necesitar el tiempo de fraguado del cemento tradicional.
Muchos edificios de altura suelen tener estructuras totalmente de acero que son más durables y estables que las tradicionales de concreto con alma de varillas de acero. El acero está compuesto por hierro y una proporción de carbono que le otorga una dureza superior. Los templados y las composiciones de los distintos aceros ofrecen grandes posibilidades para la industria de la construcción y para las demás industrias metalúrgicas que fabrican desde aviones y automotores hasta una sencilla canilla de fregadero.
En la actualidad se opta en las construcciones de grandes espacios techados por estructuras de acero en su cabriadas como en las planchas acanaladas de las chapas. Este tipo de construcción es rápida, sólida y económica teniendo en cuenta el bajo costo de mano de obra, la rapidez de su instalación como así también la durabilidad de todo lo realizado con acero.