El espacio tiene en la arquitectura la misma importancia que el diseño y la construcción en sí misma. Los espacios juegan armónicamente con las estructuras y estos pueden ser comprendidos en el exterior o en el interior de las construcciones. Construir amontonando edificaciones sin espacios entre las mismas ocasionan dificultades por la falta de luz y aire además de quedar estéticamente devaluada. Los espacios son fundamentales y hay legislaciones provinciales y municipales que exigen no cubrir en su totalidad la superficie del terreno a edificar dejando una proporción libre determinada por metro cuadrado construido.
En algunos casos se tiene en cuenta los pulmones de manzana prohibiendo construir en los últimos cuatro o cinco metros finales del terreno para que ese lugar tenga sectores de aire y luz. De la misma forma los edificios de altura no se pueden construir sobre la denominada línea municipal dejando 5 metros de frente y escalonando los departamentos a partir del quinto piso de la edificación para permitir que los rayos solares iluminen de forma directa la mayor cantidad de tiempo posible los sectores bajos sin sombras profundas. Los espacios libres de parque y zonas denominadas verdes están calculados por los urbanistas que programan las grandes ciudades destinado una cantidad determinada de metros cuadrados de área verde por habitante.
Los espacios libres no solo son exteriores en las propiedades, los espacios libres internos de los edificios son estéticos y dan sensación de libertad y ese criterio es aplicado en terminales de trenes, salones, sector de recepción de los hoteles y dentro de las mismas habitaciones de las viviendas particulares.