Los tipos de aceros están clasificados por su composición y por sus templados que hacen que los mismos sean específicos para cada uso o actividad de proceso. En la tabla descriptiva de los aceros están separados de la siguiente manera: Aceros rápidos, Aceros pulvi-metalúrgicos, Aceros de trabajo en frío, Aceros de trabajo en caliente, Aceros para transformación de materiales plásticos, Aceros al carbono, Aceros de bonificación, Aceros para rodamientos, Aceros para muelles –o elásticos-, Aceros de cementación, Aceros de nitruración, Aceros de fácil mecanizado, Aceros micro-aleados y Aceros al boro.
Debido a la cantidad de aceros existente y a la cantidad de fábricas elaboradoras se estableció una reglamentación que varía según el país. En España la norma establecida para calificar a los aceros es la UNE-EN 10020:2001. En los Estados Unidos de Norteamérica la norma que clasifica se denomina AISI y en Alemania se rigen por la norma DIN o ISO 3506.
En el presente es difícil encontrar un artefacto o maquinaria que no cuente con alguna parte realizada en aceros de alguna clasificación. La industria de la construcción también utiliza a el acero en distintas formas como en grandes y pesadas vigas solidas en forma de “L”, “T” Doble ”T” o “U” como parte principal de las estructuras de grandes torres, puentes, tinglados y en techados de casas particulares.
Varillas, vigas, cables, caños, tornillos, tuercas, chapas, ganchos, y muchos otros elementos más tienen al acero como principal componente que difícilmente pueda ser reemplazado por cualquier otro material. También la industria fabricante de muebles de cocinas suele utilizar este noble, higiénico e incorruptible material.