Las trabes son las vigas de cemento y hierro pre-elaboradas para la construcción de techos, puentes u otro tipo de edificación donde los puntos de apoyo o columnas están a determinada distancia. Hay trabes que pueden cubrir distancias de más de treinta metros y soportar el peso de muchas toneladas y vibraciones de todo tipo. Las trabes se instalan de forma que no comprometen a los puntos de apoyo y pueden soportar contracciones o dilataciones sin perder su conformación y solidez.
Las trabes se colocan por medio de guinches grúas y agilizan las construcciones por ser elementos ya fraguados que no necesitan tiempo de secado. Las fabricaciones de trabes en los establecimientos especializados garantizan la uniformidad de cada pieza y están preparadas con la curvatura de flexión indicada según el largo de espacio a cubrir. La colada de concreto sin burbujas o espacios de aire y las estructuras internas de acero tensado hacen que estas piezas tengan una durabilidad superior a las trabes encofradas en obra donde hay que esperar el fraguado del cemento para poder continuar con las actividades.
Hay trabes de hierro solido en forma de “T”, doble “T” y otras formas pero las más óptimas son las de cemento con alma de acero para poder sobre las mismas instalar los techos o plataformas de puentes, o autopistas elevadas. En la actualidad los tramos de puentes sobre ríos o cañadas entre montañas se realizan por medio de trabes pre-construidas que facilitan la mano de obra economizando tiempo de construcción permitiendo su utilización inmediatamente después de colocadas sobre los puntos de apoyo.