La permeabilidad de los terrenos es diferente de acuerdo a la composición y a la compactación de los mismos. Hay terrenos donde la primera capa de la superficie tiene materiales compactados que no permiten escurrir el agua a las capas inferiores haciendo que estas queden en la superficie por largo tiempo o que escurran hacia terrenos más bajos. Un terreno sin pastos suele ser más compacto por lo tanto su permeabilidad resiste el paso del agua y un terreno de pastos con distintos tipos de raíces que penetran a diferentes profundidades en la tierra hacen más mullido el terreno dando el aspecto de esponjoso que absorbe mejor y más rápido el agua de la superficie.
Las distintas composiciones de humus, arena y arcilla hacen que los terrenos sean áridos si en ellos predominan la arena y la arcilla donde el agua puede correr de forma rápida hacia el fondo intermedio dejando la superficie seca no permitiendo que las raíces puedan absorber la humedad que necesitan. Los pantanos son una formación donde el agua queda mezclada con parte de las materias solidad de arena, arcilla y tierra junto al limo de raíces y hojas muertas del follaje. En muchas oportunidades estas tierras pantanosas permiten el crecimiento rápido de grandes árboles y arbustos de gran follaje que impiden que los rayos del sol lleguen a la superficie secándola.
La permeabilidad y compactación del terreno se pueden analizar con los métodos modernos computarizados que no solo miden la humedad sino también la salinidad del mismo para indicar qué tipo de cultivo es el ideal para ese tipo de terreno.