Cualquier edificio que se quiera afirmar a la tierra tiene que tener una cimentación adecuada al suelo, al peso y al tamaño de la obra a construir. Las características del suelo son fundamentales para programar que tipo de cimentación es la apropiada para la carga total del edifico. El peso y el alto de la estructura indican que tipo zapatas o losas de cimentación son las ideales. La descripción básica de las cimentaciones se dividen en: Zapatas Aisladas, Zapatas Corridas, Zapatas Combinadas y en Losas de Cimentación.
Las Zapatas Aisladas son aquellas que son únicas y que sobre su estructura de cimentación se apoyará toda la obra a ejecutar. Las formas de las zapatas aisladas pueden ser rectangulares o circulares y sus tamaños y profundidad de instalación dependen del cálculo relacionado entre la altura, el volumen y el peso de la obra que sobre ella se instalará.
Las Zapatas Corridas o Combinadas son aquellas que están encadenadas entre sí repartiendo el peso de la estructura. Hay zapatas corridas que se instalan para hacer de sustentación a largos muros como cimentación unificada. Otras Zapatas Corridas pueden ser las que se colocan en cada esquina del edificio o las que se reparten por toda las bases distribuir equitativamente el peso de la estructura. La cimentación de Losas de Cimentación son las que se instalan en las profundidades del suelo oficiando al mismo tiempo de base y parte utilizable del edificio. Estas losas son una especie de cubo hueco enterrado y son muy utilizadas en los terrenos estables, sólidos, compactos y sin vibraciones.