La técnica del puntillismo está referida a los dibujos realizados con la punta del lápiz, fibra, tiza, crayón o pincel sobre la superficie del papel o de la tela. También se denomina puntillismo a las superficies de maderas u otros materiales que se pueden quemar con la punta incandescente de un clavo o punzón. Muchos curadores de arte le adjudican a Vincent van Gogh –pintor neerlandés– creador del postimpresionismo el origen de la técnica del puntillismo. Los trazos de impresionismo de este genial artista eran a golpe de pincel con trazos cortos verticales u horizontales hasta completar la imagen del paisaje, de la naturaleza muerta o de los rostros. Un ejemplo de su obra es el “Autorretrato con sombrero de paja de 1887” que se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte.
El puntillismo permite lograr una perfecta definición de los rasgos donde el paisaje tiene el agregado de colores que se superponen aportando a la obra una sensación especial de impacto visual. El puntillismo se puede realizar con todos los colores de la paleta como así también con solo el negro del grafito del lápiz logrando una imagen similar a las impresiones fotográficas copiadas en papel bromuro granulado de alto contraste.
La técnica del puntillismo fue utilizada por grandes artistas de los años 1880 considerando a esta forma de pintar o dibujar como innovador, revolucionario y agresivo. Uno de los principales cultores de esta técnica fue el pintor neoimpresionista George Seurat que con su estilo podía lograr que la combinación de puntos amarillos y azules a distancia se pueda apreciar como verde puro y algo similar sucedía con los demás colores puros primarios que s e convertía en secundarios.