El fibrocemento tiene origen en los años 1900 y es una creación del ingeniero austríaco Ludwing Hatschek que originalmente utilizada compuestos de fibras de amianto mezcladas con cemento para lograr una superficie más delgada y resistente en paneles de distinto tipo. Al comprobarse el alto poder contamínate de las fibras de amianto estas fueron reemplazadas por materiales sintéticos, orgánicos o minerales que cumplen con la misma función que el amianto.
El fibrocemento se emplea para el revestimiento de muchas estructuras por tener la particularidad de ser impermeable por la compactación de sus componentes, ser más delgado, liviano y económico que otros tipos de estructuras. El fibrocemento se utiliza en la actualidad en caños o tubos de drenaje, en chapas acanaladas o lisas para paredes o techos, tubos de chimeneas, sombreros de ventilación, macetas, tanques de agua, estructuras decorativas y otras aplicaciones más. El fibrocemento puede ser moldeado y sus componentes internos de fibras impiden que se deformen o se partan. Las placas de fibrocemento o cualquiera de sus varadas aplicaciones son fáciles de cortar y perforar con los instrumentos habituales para realizar cortes o perforaciones.
En los últimos tiempos las chapas de coberturas para techos confeccionadas en fibrocemento se realizan con distintas formas y dibujos a las que inclusive se les han agregado color para darles mayor presencia estética. Galpones, tinglados, aleros, fábricas e inclusive las viviendas particulares utilizan las chapas de fibrocemento como coberturas de techos y paneles de paredes con estructuras internas de perfiles de metal o tablas de maderas. Hay casas económicas realizadas integralmente en paneles de fibrocemento.