El conocimiento se incorpora en nuestra vida desde el vientre materno donde el bebe en formación escucha los latidos del corazón de la madre y los sonidos externos. Al nacer y abrir los ojos empiezan a aparecer las primeras figuras que son los rostros de sus padres y familiares e identificar el sonido de sus voces. Las primeras palabras son una repetición se sonidos escuchados que el bebe intenta imitar balbuceando. El proceso de conocer es apasionante y la evolución del mismo se inicia en las primeras horas de vida y continúa hasta los segundos finales de la efímera existencia.
Es notable como los niños pueden incorporar más fácilmente un segundo o tercer idioma –además del nativo– que un ser adulto que ya posee otros conocimientos incorporados. Muchas tesis sobre este punto señalan que “la mente está fresca y en formación” y esa particularidad permite que los niños aprendan más fácilmente otros idiomas que otras materias como las matemáticas, la geografía o la ciencia.
La influencia de los medios electrónicos han revolucionado los métodos de aprendizaje y hay niños que primero aprenden a manejar una consola de juegos, un teléfono celular o una computadora que a realizar cálculos matemáticos o escribir y leer con fluidez. Este detalle indica que los niños seleccionan sus preferencias y que los juegos y los entretenimientos son para ellos más importante que otras actividades del aprendizaje. Muchos establecimientos educativos incorporan los nuevos métodos electrónicos para inculcar conocimientos aprovechando el interés que en los niños y adolescentes tienen por los adelantos técnicos de comunicación.