En muchos países de Europa se utiliza el criterio de los baños ecológicos para aprovechar el máximo el uso racional del agua. Hay canillas de lavamanos que funcionan por un determinado tiempo cerrado el flujo de agua de forma automática.
Con el mismo criterio de austeridad hay lavamanos instalados sobre los inodoros para que el agua utilizada se dirija directamente el depósito del inodoro aprovechando la misma en su totalidad.
Los planos de los baños modernos con criterio ecológico tienen previsto este tipo de aprovechamiento y proyectan las cañerías para que las mismas tengan una doble función y no desperdicien agua de forma innecesaria.
Las duchas también tienen un sistema de aguas programadas para que no se exceda en su uso dado que lo escaso –cada vez más pronunciada- de agua dulce en el mundo exige su uso racional. Los arquitectos y diseñadores de baños –que son los lugares de la vivienda que más agua utiliza- proyectan las instalaciones con criterio práctico y austero que la actual realidad indica.