El espacio temporal compartido obliga a los habitantes tener pautas comunes de comportamiento. Los recursos humanos y el contexto histórico, cultural y religiosa forman el marco donde una determinada sociedad de desarrolla. La sociología estudia y analiza todas estas variantes para poder tener un pronóstico exacto que consolide la convivencia social. Las culturas y las tradiciones muchas veces actúan como dique de contención de actitudes poco sociales y que afecten al conjunto de la sociedad. La religión o las creencias religiosas también influyen y en algunos países las creencias fanáticas condicionan y esclavizan ahogando libertades.
El ser humano es un animal social y la sociología hace su aporte para poder comprender y en algunos casos corregir algunas actitudes complejas generadas por la falta de respeto hacia el otro quebrando la armonía. Las instituciones sociales y políticas son engranajes que representan en pensamientos de algunos sectores de la sociedad. En países donde las creencias religiosas están fanatizadas la convivencia general está en constante tensión por los pensamientos discordantes que en muchos casos suelen llevar a enfrentamientos violentos que pueden durar centenas de años.
El objeto de estudio de la sociología también analiza los distintos niveles sociales y económicos que puede dividir a la sociedad de forma horizontal donde en la parte superior están los de mayor poder adquisitivo y en los extractos más bajos aquellos que no tiene posibilidades de superación o no pueden escalar en la pirámide social. La educación es uno de los pilares fundamentales para que las sociedades se equilibren dándoles a todos sus habitantes las mismas posibilidades de progreso.