Los modelos de las cocinas modernas difieren de las tradicionales por la cantidad de nuevos artefactos que facilitan las tareas de las personas encargadas de elaborar o procesar alimentos dentro de ese ámbito. Los lavavajillas, los trituradores de residuos de los fregaderos, los refrigeradores con freezers y expendedores de bebidas incorporados, los hornos microondas, los hornos eléctricos, las elaboradoras automáticas de pan, las ollas programables, los extractores de humos y olores y una nueva forma de procesar los alimentos obligan a los diseñadores de las cocinas modernas a proyectar el ambiente de una forma más práctica.
Hay cocinas con “islas centrales” donde se concentran la mayor actividad, en este espacio se instala el fregadero, las mesadas, la cocina y en los anaqueles de los muebles bajos todos los utensilios en cajones y las máquinas que se usan de forma temporal como las batidoras manuales y otros artefactos eléctricos. Las islas centrales de las cocinas modernas tienen un sistema de iluminación dirigida hacia las áreas principales de trabajo.
Hay cocinas modernas que tienen incorporados merenderos que son parte de una extensión de las mesadas de la cocina con bancos altos que se pueden instalar debajo de la mesada cuando no estén en uso. Estos merenderos reemplazan temporalmente a las mesas de la cocina y son más prácticos y ágiles por estar dentro del mismo ámbito haciendo al espacio más alegre, integrado y coloquial. En muchas cocinas modernas –según la amplitud del espacio disponible– se utiliza algún sector de la isla central de elaboración de alimentos como merendero cumpliendo de esta forma con una doble función práctica.
