La mecánica de los suelos y sus análisis son fundamentales para cualquier tipo de construcción que se quiera realizar. Las composiciones de los suelos son variadas y de acuerdo a sus componentes ofrecen mayor o menor resistencia lo que obliga a realizar distinto tipos de bases de sustentación para que soporten el peso del edificio a construir.
En terrenos arenosos secos se pueden realizar las denominadas zapatas anchas o pilotes enterrados a determinada profundidad hasta encontrar la sustentación apropiada. En suelos rocosos muchas veces hay que perforar la superficie hasta determinada profundidad para poder colocar los pilotes adecuados al tipo de edificio a construir.
En los suelos con alto contenido de humedad permanente las zapatas anchas son muchas veces la solución encadenando cada una de ellas por medio de una platea general de hormigón o con estructura vigas entre las zapatas con alma de varillas de acero.
La mecánica de los suelos tiene que ser minuciosamente analizado antes de proyectar una construcción para darle al edificio el sustento ideal. Hay casos donde las construcciones se deben realizar con las técnicas antisísmicas recomendadas para zonas donde las placas teutónicas están en constante movimiento. La mecánica de los suelos está basada en los estudios realizados en los años 1925 por Karl von Terzaghi que fusiono la física con la ciencias naturales haciendo un profundo estudio sobre la composición de la corteza terrestre clasificando cada tipo de superficie. Los antiguos egipcios también realizaron un estudio preliminar del suelo antes de construir las fabulosas pirámides que figuran como una de las maravillas del mundo realizadas por el hombre.