Antes de tomar la decisión de elegir el color para pintar los muros de las habitaciones hay que pedir el asesoramiento de decoradores que en muchos casos suelen fotografiar el recinto y por medio de la computadora ir aplicando distintas tonalidades hasta encontrar la adecuada al gusto del usuario.
Los colores claros agrandan espacios ópticamente dando sensación de mayor amplitud que la real. Los colores intensos tienden a comprimir o achicar según las fuentes de luz natural que reciban. Muchas veces los colores tienen que combinarse con el tipo de decoración elegido para el ambiente. En un estilo decorativo clásico los colores claros denominados “pastel” son los que se recomiendan mientras que los colores puros e intensos –primarios, secundarios o compuestos– son los más apropiados para las decoraciones de estilo minimalista.
Se pueden pintar los muros -dentro de un mismo espacio- con distintas tonalidades de un mismo color apara acercar o alejar ópticamente las paredes y así lograr la sensación de mayor o menor amplitud.