Hay imágenes de grandes obras de construcción que indican el ingenio de los arquitectos de la época para poder edificar con los medios precarios con los que contaban. La mayoría de los edificios construidos tenían el sistema de piedras talladas una por una a maza y cincel para luego colocarlas en las obras perfectamente ensambladas entre sí formando una sólida construcción. Los grandes palacios de altos techos soportados por gruesas columnas son las imágenes que podemos ver de la arquitectura e ingeniería de esos tiempos donde los más destacados son las construcciones griegas y romanas.
Coliseos, templos, pirámides, puentes, acueductos y casas particulares tenían un sistema pre-elaborado de bloques de piedras que conformaban los muros a los que luego se le agregaban gruesos dinteles de piedra que soportaban los techos de madera con tejas de barro moldeadas a mano. Hay casos notables de templos construidos en una zona que fueron trasladados a otro lugar más propicio solo desarmando piedra por piedra para volverlas a armar en su nueva instalación.
Los acueductos utilizados para llevar agua a las ciudades se construyeron desde los años 33 a.C y los más destacados eran los que tenían columnas con arcos de dos o tres niveles superando terrenos bajos o cañadas para poder llegar al centro de las ciudades. Algunos de los acueductos eran subterráneos en algunos sectores, siguiendo al nivel de tierra en otros y elevados para poder tener la inclinación suficiente para poder llegar al punto de distribución principal de las aguas. La historia de la arquitectura sorprende por las grandes obras realizadas que aun hoy se tienen dudas sobre el sistema utilizado para poder concretarlas.