En cualquier tipo de proyecto las mediciones y la exactitud de las mismas son fundamentales. Desde un puente de miles de metros de largo, edificios fabulosos con centenares de metros de altura hasta la confección de indumentaria es primordial calcular y medir con precisión para que el proyecto tenga el resultado óptimo esperado. Las grandes pirámides de Egipto fueron calculadas y medidas con instrumentales precarios pero eficientes para la época donde aun los metros, el centímetro, las yardas o las pulgadas y otras técnicas no tenían vigencia. Tiras de sogas marcadas con nudos, varas de distintos largos con marcas regulares, trasportadores que marcaban la verticalidad, la horizontalidad y los grados de las líneas oblicuas eran suficientes para que los ingenieros y arquitectos de la época pudieran realizar sus trabajos de forma perfecta.
En el presente los elementos de medición son de una precisión extraordinaria donde tecnología hace su aporte. Calibres con visores electrónicos, medidores de metros con rayos de luces laser pueden calcular con precisión largas distancia con solo apretar un botón, el rebote del rayo de luz y el tiempo que tarda en recorrer la distancia de ida y vuelta marcan las distancia con exactitud milimétrica.
Las herramientas de medición no solo calculan distancias también hay elementos que miden caudales de líquidos, densidades, velocidad de los vientos, potencia energética, niveles de temperaturas, luminosidad, dureza de los materiales y otras formas más de control. El automotor del presente suele tener más de treinta controles de medición; el que calcula la velocidad del vehículo, las revoluciones del motor, la temperatura del agua refrigerantes y otras muchas más que garantizan el funcionamiento controlado de todos los elementos.