Las definiciones sobre los espacios rurales se definen como espacios escasamente poblados o libres alejadas de la ciudad. La geografía rural se puede calificar como no productiva, destinada a ganadería, a la agricultura o a la minería. Dentro de las geografías rurales podemos encontrar poblados concentrados o poblados dispersos. Los campos dedicados a la agricultura están perfectamente indicados ya que no todos los suelos son aptos para realizar cultivos. Con la ganadería sucede algo similar cuando los campos no tienen la suficiente humedad que permita crecer las hierbas con la que se alimenta el ganado o tiene saturación de aguas producto de inundaciones por lluvias o por desbordes de los ríos.
Hay casos donde la geografía rural se ve alterada por las expansiones de las ciudades que invaden zonas convirtiéndolas en mixtas. Estas zonas intermedias son de difícil delimitación. En otros casos las construcciones de residencias o de complejos habitacionales alejados de los centros urbanos también alteran la geografía rural.
En la actualidad los satélites de investigación pueden fotografiar y filmar cada sector del planeta de manera extraordinaria evaluando las posibilidades productivas de las zonas rurales indicando cuales son las apropiadas para determinado tipo de cultivo e inclusive calculando la producción de granos o frutos que de ese espacio se pueda obtener. Para la geografía rural el aporte de los satélites destinados a brindar este tipo de información reduce notablemente la posibilidad de fracasar en la producción que se espera de ese terreno. Los mismos satélites pueden medir la salinidad del suelo y cuáles son los nutrientes artificiales que se le pueden agregar para hacerlos más productivos.
