El funcionalismo en la arquitectura es una forma de utilizar los espacios de forma práctica sin desperdiciar ningún lugar y a la vez mostrar ingenio en las formas proyectadas. Grandes edificios, estadios cerrados, estaciones terminales de aeropuertos, de micros, de trenes o de subterráneos son muchas veces una clara muestra de cómo los arquitectos de estos tiempos adoptan el funcionalismo como estilo practico y sencillo para desarrollar sus proyectos.
Los espacios amplios, el aprovechamiento de la luz natural, vigas sostenedoras de techos a la vista, grandes ventanales y otras opciones son característicos del funcionalismo.
En algunas viviendas particulares también se aplica el sentido de funcionalismo o de austeridad de forma con tendencia al minimalismo que es completamente contrapuesto a los estilos barrocos donde abundan las decoraciones u ornamentos sobrecargados y superfluos. Los arquitectos e ingenieros que proyectan este tipo de obras priorizan su practicidad por sobre otras consideraciones y muchas veces sacrifican estética para lograr el aprovechamiento racional de los espacios.
El funcionalismo es una tendencia de estos tiempos donde se busca economizar en las construcciones dándoles a los grandes edificios un sentido práctico y austero sin perder la elegancia. El funcionalismo en la arquitectura es una tendencia que se utiliza en Europa y en toda la América como una moda práctica y sensata de utilizar los espacios de forma racional en beneficio de los que van a transitar o utilizar esos lugares. Muchos aeropuertos o distintas estaciones del mundo nuevos o modificados son una muestra de cómo el funcionalismo es un estilo que llegó para quedarse por mucho tiempo.