Las fosas sépticas tiene la función de separar parcialmente los barros de las aguas que se volcarán a la red de cloacas. Las fosas –o cámaras– sépticas están divididas en dos o más sectores donde las primeras aguas caen en la primera sección que tiene una salida en la parte media superior que la comunican con la segunda parte que está conectada a la cloaca para que los barros queden depositados en el fondo y puedan ser extraídos a través de la tapa de inspección superior.
Todas las fosas sépticas tienen que tener un conducto de ventilación para que la presión de las aguas volcadas no obstaculice su funcionamiento normal. Hay fosas sépticas de distintas dimensiones que están confeccionadas en materiales plásticos con fibras y otras que se construyen de forma particular con paredes de losas con armazón de acero o directamente con el método tradicional de ladrillos ligados con argamasa.
Según las cantidades de aguas servidas volcadas es la dimensión de la fosa séptica a instalar. Las fábricas que se dedican a la construcción de fosas sépticas tienen una panilla de cálculos realizadas por ingenieros hidráulicos que recomiendan el tipo y tamaño de la fosa séptica a instalar como así también el lugar apropiado en el terreno para colocar la misma. Hay legislaciones municipales que recomiendan el tipo y tamaño de fosa séptica de acuerdo a la cantidad de metros cuadrados de la construcción y como deben ser las formas de conexión a la red cloacal las mismas. Las fosas cloacales construidas con ladrillos deben llevar revoque interior con materiales aislantes para evitar filtraciones de líquidos que contaminen la tierra.