A la hora de construir o re-modelar un hogar son muchos los estilos decorativos de los cuales se puede partir para crear un diseño hermoso y sobre todo funcional. El estilo a escoger se escogerá dependiendo del lugar donde se encuentra el hogar, del presupuesto que dispone la persona, de las dimensión que tenga el terreno y sobre todo del gusto del propietario. Uno de los estilos que tiene muchos años de popularidad y que hoy día aun se sigue empleando en zonas rurales y en casas de campo es el estilo rústico.
El estilo rústico es el más recomendado cuando la persona busca una decoración a dar a su hogar que logre adentrarse y mezclarse perfectamente con la naturaleza. Las casas principalmente de zonas rurales son diseñadas con hermosas fachadas que toman en cuenta las tendencias que hacen florecer este estilo. Uno de los materiales principales que se suelen emplear es la madera, la cual le otorga elegancia, dinamismo, estilo, clase y sobre todo naturalidad. En ocasiones se suele combinar con otros materiales cuando se busca crear una fachada original sin romper con la base del estilo rústico.
Uno de los complementos más utilizados en fachadas rústicas es el cristal. El cual se emplea para erigir las ventanas y para las puertas. El vidrio hace que el hogar tome mucho mas fuerza y ayuda a iluminar y climatizar mucho mejor el interior del hogar, ya que deja pasar la luz y el clima perfectamente a través de ella. Las casas rústicas usualmente emplean maderas al natural, donde sus propietarios unicamente exigen la aplicación de un barniz con el objetivo de aumentar su brillo y proteger así la madera del entorno, como es de las inclemencias atmosféricas, de la humedad y de los posibles bichos que pueda dañarla.
Tanto en el interior como en el exterior debe de predominar la madera, si lo que se busca es crear un estilo rústico. Se recomienda emplear maderas de gran calidad, para así garantizar el buen estilo por muchos años.
Así mismo todo propietario debe tener en cuenta que deberá dar mantenimiento cada cierto tiempo al hogar, principalmente a la fachada y a las zonas del interior que están en contacto directo con la humedad, como es el caso del baño y de la cocina. Se deben utilizar productos especiales, ceras y cada cierto tiempo se debe aplicar barniz para garantizar las cualidades y propiedades de la madera.