El estilo barroco tiene comienzos en el siglo XVII y se potencia hasta el siglo XVIII. Aun hoy es un estilo que se valora por sus características de suntuosidad y cantidad de adornos superfluos que acompañan a las construcciones, muebles y decoraciones de todo tipo. El estilo barroco no solo es arte visual concreto también en el arte de la música, la danza y el teatro hay manifestaciones de esta tendencia de adornar y engalanar. Para muchos críticos el estilo “barroco” eran ornatos sin sentido y denominaban a muchas obras de forma peyorativa para descalificarlas y quitarles valor por la cantidad de elementos innecesarios.
El estilo barroco tiene tres etapas perfectamente diferenciadas comenzando por el barroco “primitivo” de los años 1580-1630, el estilo barroco “maduro” de los años 1630 hasta los años 1680 y el denominado “tardío” que abarca desde los años 1680 hasta 1750. Son muchas las consideraciones y clasificaciones que se pueden encontrar en los libros de historia y del arte sobre el estilo barroco que siempre se destaco por refinado y estéticamente ornamentado.
Muchas decoraciones de muebles con ornamentaciones barrocas tienen un valor considerado artístico y muchos artesanos garantizaban que el estilo de cada mueble no sería repetido en otro dándole la categoría de único y exclusivo. Los artesanos y carpinteros que realizaban muebles y ornamentos barrocos solían numerar y clasificar sus obras como si fueran obras de artes pictóricas o de esculturas.
Arte recargado, caprichoso, grandilocuente, bizarro y ridículo son algunas de las consideraciones con la que muchas veces se califico a las obras que tenían las características de arte barroco pero en el día de hoy se lo considera como una expresión una época creativa y maravillosa.