La época renacentista fue una de la más prolífica y donde los artistas podían expresarse con total libertad donde la forma y el color con eran protagonistas en todas las expresiones del arte. Muchos de los artistas de esa época marcaron tendencia y sus obras son valoradas y apreciadas en el presente como ejemplo del arte creativo. Los artistas no solo estaban encuadrados en el dibujo, la pintura o en la escultura también los arquitectos y diseñadores de edificios convertían a sus construcciones en verdaderas obras de arte que se mantiene en perfecto estado en el presente.
Los interiores de las catedrales, iglesias, conventos, parroquias, palacios y edificios públicos eran construcciones fantásticas donde cada rincón de las mismas era señal que se elaboraron cuidando todos los detalles arquitectónicos. Las construcciones del presente tienen tendencia al estilo minimalista de austeridad de formas y colores completamente contrario al estilo renacentista que abundaba en detalles realizados por artesanos especialistas en el moldeado de materiales cementicios.
La arquitectura de la época renacentista no se limitaba al interior de los edificios también los exteriores de las viviendas tenían detalles fabulosos donde los frentes y los interiores de los patios con sus balcones de barrotes de cemento, de mármol o piedra recreaban la vista por su elegancia y la cantidad de detalles decorativos. La época renacentista cubrió toda Europa donde los artistas de cada región marcaban tendencias de estilos pero siempre con la impronta de calidad en todos sus detalles. Los diseños de las obras eran primeramente dibujados, luego bocetados en escala para ser aprobados antes de la puesta en marcha la obra.