Cuando tenemos en mente hacer refacciones o construcciones en nuestras casas lo primero que pensamos es el gasto que nos conlleva, quién nos hará el trabajo y qué materiales utilizaremos. Todo esto necesita de un estudio exhaustivo y detallado porque nos podemos ahorrarnos un dineral con solo estar atentos en simples detalles como por ejemplo: el lugar donde compraremos los materiales. Depende mucho de cada persona, hay quienes por comodidad eligen lugares cercanos al sitio donde se realizará la obra, otros eligen calidad del producto, otros prefieren precio. Pero si en cambio se pudiera elegir todas estas cualidades sin dejar de incluir ninguna, estaríamos en lo ideal. La realidad es que lograrlo es muy difícil, así que podemos tomar varios consejos y llevarlos a la práctica.
Si hablamos de la distancia desde el lugar de la obra hasta el lugar donde se hará la compra del material grueso (cemento, cal, arena, ladrillos y otros) sí, es importante ya que nos ahorra tiempo a la hora del pedido, pero si en cambio no hacemos un pedido y vamos a buscarlo nosotros mismos ahorraríamos además de tiempo, dinero en gastos de envío.
Con respecto a los materiales en sí, hay que tener en cuenta el precio, pero mucho más en cuenta la calidad, ya que si nos dejáramos llevar por ofertas de materiales y al final resultaran de mala calidad, nos encontraríamos con un gran problema. Y al final gastaríamos el doble o el triple en reparar lo dañado por la falta de calidad.
Cuando decidimos dejar en las manos de los arquitectos la compra de los materiales, debemos evaluar cada paso que el profesional da, revisando compras, proveedores, cantidad de materiales, ya que es nuestra obra y debemos estar al tanto de todas las actividades que en ella se lleven, y si al final no nos gusta algún movimiento de los profesionales de la construcción se deben comunicar al arquitecto, no tengamos vergüenza o reparo de hacerlo ya que somos los que ponemos el dinero para que nuestra obra quede en perfectas condiciones. Es nuestro derecho reclamar.
Por último debemos tener en cuenta la clase de material que se usará en la fachada principalmente, ya que puede ser costoso y llevar mucho mantenimiento, como por ejemplo las piedras e incrustaciones de acabados rústicos, ya que el esmog de la ciudad (si nos encontramos en ciudad) y la tierra se adhieren con facilidad, dándole un aspecto de dejadez.