El concreto es una de las técnicas más usadas en la construcción es por la posibilidad de inyección en moldes o encofrados de distintas características. El refuerzo de las varillas de acero, sus entramados y espesores tiene que estar en proporción al cálculo estimado de peso a soportar. Los pesos estimados del concreto reforzado varían de los 150 a los 500 kilogramos por centímetro cuadrado según sus conformaciones y la luz entre las columnas o superficies de apoyo. El colado del concreto dentro de los encofrados por medio de vibradores asegura que el material se compacte sin resquicios ni burbujas de aire que puedan debilitar la estructura.
Las tablas normalizadas que indican la forma ideal de la utilización del concreto reforzado ponen especial atención en la composición exacta de los materiales a utilizar donde la proporción de agua para humedecer la masa tiene que ser exacta para no debilitarla en caso de exceso de la misma. Hay países donde se reemplaza la piedra partida por partículas volcánicas que reducen el peso de la propia estructura sin quitarle resistencia.
Una de las formas que se suele aplicar para darle al concreto mayor ligazón y fuerza en su conformación es el agregado de fibras cortas de acero o de vidrio que proporciona resistencia a la tensión en cualquier dirección. Otra de las posibilidades son las placas de acero plegadas que actúan como refuerzos en determinados lugares de la loza, vigas o columnas del concreto reforzado donde también las resinas epóxicas de altas resistencia suelen participar en la composición para lograr una mejor y mayor adherencia.
