En tiempos de crisis económica, y de una muy particular como lo es la que afecta desde hace unos años a España, pues el crack inmobiliario (por la llamada “burbuja”) fue el detonante, la venta de inmuebles es un verdadero desafío, que se agrava incluso por la necesidad de los propietarios de cumplir con las deudas contraídas.
En ese contexto, entonces, bien vale que los titulares de esas casas o departamentos puedan contar con las herramientas idóneas para poder reemplazar a los profesionales, es decir a las inmobiliarias. Y así, lógicamente, ahorrarse la comisión.
Las herramientas sirven tanto para ofrecer un departamento en Madrid como para venta de casas en Cali o en Porto Alegre. Las necesidades son parecidas y los tips pueden universalizarse, más allá de las costumbres propias de cada lugar.
El modo más tradicional de ofrecer un inmueble a la venta es a través de una inmobiliaria. ¿Qué es lo que hace, luego, el agente especializado? En principio, lo publica con fotos y precio en su propio local; también en algún medio gráfico y en diversos sitios de internet. Casi todas las variantes de promoción también están al alcance del dueño. Hoy en día la tecnología permite suplantar gran parte de lo que antes era exclusivo de las inmobiliarias, como lo era la amplitud de llegada de su oferta. Piénsese, además, que así como existe el que ofrece de manera particular un inmueble para ahorrar los gastos de comisión, también existe quien demanda particular y por la misma razón.
Pues alcanza, entonces, con poner en un aviso en un medio gráfico o en los sitios de internet (que no cobran comisión, ya que sus ingresos son por publicidad) el anuncio “vendo particular” para que ya sea captado por miles de interesados.
Claro que con eso no alcanza; luego el oferente deberá suplir las habilidades del vendedor profesional. Es necesario, entonces, desarrollar algunas estrategias. En principio, el dueño debe tener bien en claro a qué precio está decidido a vender; esto disipa rápidamente a ese supuesto interesado que sólo quiere comprar si es muy barato. También es importante, clave, la presentación del inmueble: cuanto más limpio, luminoso y arreglado (en los detalles) esté el lugar, mejor será la impresión que se lleve el interesado.
Después, claro, habrá que hacerse fuerte con las potencialidades del inmueble y relativizar las deficiencias. Esto suele hacerlo el empleado de la inmobiliaria, pero seguramente también puede realizarlo quien mejor conoce el lugar.
