Las grandes construcciones del pasado –que aun hoy maravillan al mundo- son productos de tradiciones culturales muchas de ellas dedicadas a adoraciones místicas de dioses o para la realización de distintas ofrendas o sacrificios. Las pirámides de Egipto son tumbas de faraones y los templos de escalinata con forma pirámides –que se conservan en perfecto estado ubicadas en los territorios mexicanos de la América del norte– estaban destinadas a la adoración de distintos dioses por medio de sacrificios humanos.
La cultura fue cambiando con el tiempo modificando los tipos de ofrendas y ritos de adoración. Cada país o territorio tiene sus formas tradicionales de adoración y la mayoría de ellas están basadas en creencias religiosas milenarias. Muchas de las representaciones culturales mantienen la tradición con sus trajes y bailes típicos como una forma de recordación de los orígenes de sus culturas ancestrales.
“Cultura” viene de la palabra cultivar que es una forma de alimentación del alma y de la mente por medio de ritos y de ofrendas de distinto tipo. Voltaire –Pensador Francés del siglo XVIII- consideraba que la cultura era una forma relativista de la historia humana. Johann Gottfried Herder sostenía que la cultura era una realización del genio nacional que se mantiene con el tiempo.
La cultura está representada de forma gráfica, en monumentos, en pinturas, en templos, en música, en bailes, en poemas y versos, en ritos y en representaciones de distinto tipo que se mantienen a través del tiempo relacionando la cultura con la educación de un pueblo o comunidad muchas de ellas con férreo sustento místico o
