Arrendar un inmueble tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero aún peores pueden ser si durante el arriendo se es engañado.
Para establecer la forma más segura de realizar un arriendo de casas en Santiago lo mejor que se puede hacer es asesorarse desde todos los puntos de vista.
Sin duda alguna los notarios son aquellos que mejor pueden leer todo el contrato. Ellos, gracias a la capacitación y al propio trabajo desarrollado pueden darse cuenta de aquellas cosas, items o artículos que pueden perjudicarnos a corto, mediano o largo plazo.
Asimismo, es importante confiar en el sentido común ya que muchas veces se dudan de cosas que finalmente terminan mal y que si se hubiera dado importancia a la duda no habrían sucedido.
Una buena forma de hacer las veces de observador externo es tomar fotografías al entrar al inmueble arrendado. Una vez tomada posesión, en el mismo minuto de entrada y de ser posible con el mismo dueño o representante de la inmobiliaria, es necesario tomar fotos de todas aquellas cosas que consideramos están mal: una pared con humedad, un mueble en mal estado, un piso estropeado. Todo, al ingresar, debería estar en óptimas condiciones, por lo que de no ser así se debería registrar para luego poder reclamar o, en caso de ser increpado más tarde por el dueño, contar con algún documento que puede testificar a favor del inquilino.
Otro consejo bastante importante y necesario, antes de arrendar, es hacer una recorrida al vecindario. Conocer a los vecinos y poder tomar contacto con ellos para tener una visión general del lugar puede evitarnos sorpresas: ruidos molestos, vecinos indeseables, costumbres extrañas, etc. Cualquier dato de la vida cotidiana, ya sea nocturna o diurna, puede significar un dato importante a la hora de firmar el contrato de arriendo.
Muchas otras cosas podrían ser generadoras de algún disturbio a la hora de ir a vivir a ese inmueble. Muchos contratos prohíben explicitamente la tenencia de cualquier tipo de mascotas dentro. Otros tiene cláusulas de aumento de la mensualidad que quizás no están contempladas dentro de la ley, y por lo tanto no pueden ser aplicadas. La posibilidad o no de subarrendar es de tener en cuenta.
Todos estos son datos e información que necesariamente deberá ser captada antes de la firma del contrato ya que una vez formalizado la relación contractual nada podrá modificarla, a no ser la propia voluntad de las partes firmantes.