La arena sílica –o bióxido de silicio– tiene distinta características y es utilizada en varias funciones convirtiendo este fino material en vidrios, piezas de fundición, ferreoaleaciones, para estimular los pozos de la industria petrolera, la construcción de ladrillos refractarios, fabricación de resinas resistentes al desgastes, como elemento complementario de las argamasas de revoques y otras muchas funciones más. Los granos de la arena sílica tiene una dimensión 1,4 a 2 milímetros de diámetro y el sistema de granulometría. En algunos casos la arena se suele tamizar por una serie de filtros tamizadores para que la misma tenga equilibrio en dimensiones según las necesidades de su uso.
Hay distintos tipos de arena algunas de puro sílice y otras que pueden contener arcilla y agua como la denominada arena verde. Las formas de las arenas tiene mucha importancia en el momento de su utilización las arenas de forma redonda perfecta muchas veces forman burbujas en el proceso de fundición provocando fisuras. Las arenas de forma angulares son las indicadas por su forma de adaptarse una con otras dejando un mínimo espacio libre entre ellas impidiendo la formación de burbujas de aire.
Las utilizaciones de arenas sílicas llevan un proceso previo de análisis para saber el grado de acidez, de humedad y de posibles contaminantes que afecten la función específica de la arena. La arena sílica se diferencia de la arcilla –entre otras variantes- por su dimensión, la arena puede tener 1 milímetro y la arcilla es imperceptible llegando a tener 0.002 milímetros y tiene origen en rocas y sedimentos marinos y lacustres.
