Las aleaciones de acero se realizan para obtener de este material metálico un mejor rendimiento o adaptabilidad a determinadas funciones específicas. El acero son partículas de hierro con un porcentaje de carbono que le ofrecen dureza y estabilidad. Las preferencias por el acero son sus cualidades de maleabilidad y su resistencia ya sea al impacto o a la fatiga. La densidad del acero es de 7850 Kg/m3 y a pesar de ese peso es el preferido en las construcciones y en todas las fabricaciones de artefactos, automotores, instrumentos, herramientas, muebles, en la industria aeronáutica, naval y espacial.
Los modos de fabricación del acero se denominas de la siguiente manera; Acero eléctrico, Acero fundido, Acero efervescente, Acero calmado y Acero fritado. Según el modo de trabajo el acero se puede denominar; Acero moldeado y Acero laminado. Según la composición y la estructura el acero puede ser; Aceros ordinarios o Aceros aleados o especiales. Los usos del acero se dividen de la siguiente manera: Aceros para imanes o magnéticos, Aceros autotemplados, Aceros para construcción, Aceros de corte rápido, Aceros decoletados, Aceros de corte, Aceros indeformables, Aceros inoxidables, Aceros para herramientas, Aceros para muebles y vajillas, Aceros refractarios y Aceros para rodamientos.
Las aleaciones del acero con otros metales o minerales le otorgan otras cualidades. El acero combinado con aluminio logra ser antioxidantes en aceros de alta aleación, el Boro le aumenta la templabilidad, el cobalto actúa como endurecedor, el cromo le otorga mayor dureza y tenacidad, el molibdeno y el níquel logran propiedades inoxidables, el plomo favorece la mecanización, el silicio se utiliza en aceros de bajo carbono, el titanio estabiliza el acero y el vanadio le da resistencia a la fatiga.
