Muchos edificios de grandes dimensiones y alturas están sustentados por estructuras de acero que le dan resistencia y flexibilidad reemplazando a las estructuras de hormigón con varillas de acero en su interior. La velocidad de construcción de los edificios de acero permite bajar costos de mano de obra y lograr una terminación perfecta y estable. El acero es un material noble y su resistencia supera ampliamente a otros tipos de forma constructivas. Los caños y tubos de acero utilizados en las construcciones permiten que estas sean más ágiles, livianas y que soporten mejor los cambios climáticos y el paso del tiempo.
En la actualidad no solamente los grandes edificios utilizan esta técnica de construir con acero estructural, las viviendas particulares y las construcciones de mediano tamaño también han optado por este sistema constructivo por las ventajas comparativas con otros métodos de construcción. El acero es estable, no se deforma y es resistente a la corrosión, por esos motivos en muchos lugares reemplaza a las estructuras de madera que suelen ser corruptas por insectos, humedad y sufren de deformaciones afectando la estructura.
El acero estructural muchas veces se utilizaba en puentes con la aplicación de las formas de “L” “T” y “Doble T” remachados con pernos incandescentes que unían las piezas como si estas estuvieran firmemente soldadas. Las construcciones de puentes ferroviarios realizados por los ingleses pasados cientos de años aun hoy se mantienen en perfecto estado de uso. El acero estructural es uno de los sistemas modernos más utilizados en todo tipo de construcción por lo noble del material y su larga durabilidad.